Aunque el uso de hipoclorito sódico comercial como desinfectante / oxidante en plantas de agua potable y residual ha demostrado ser una solución eficaz, no se pueden desestimar en muchos casos las problemáticas asociadas al mismo en relación a su almacenamiento y utilización. En el primer caso, al estar el hipoclorito comercial clasificado como corrosivo, sus instalaciones de almacenamiento deben cumplir las premisas dictadas en la APQ-6 del RD 656/2017 , y en el segundo hay que considerar los riesgos asociados a su manipulación en relación a la seguridad del personal a cargo del mismo.
La electrocloración se define como un proceso de generación in situ de una solución de hipoclorito sódico de baja concentración ( aproximadamente de un 0.8 % ) en base a sus precursores: sal y electricidad. La solución del 0.8 % generada no se considera corrosiva en el marco del Reglamento CLP vigente y por tanto no le aplica lo estipulado en los APQ-6 antes mencionados y, además, su baja concentración hace que su manipulación sea mucho más segura. La estabilidad de la solución de hipoclorito al 0.8 % generada por electrocloración en relación a la del hipoclorito comercial ( el ritmo de descomposición del hipoclorito crece con su concentración ) es otro factor a tener en cuenta en el momento de decidir la tecnología a usar.